Amadas por Kurt Cobain y bandas como Sonic Youth, las japonesas propagaron su sonido por el mundo, llegando a tocar con los artistas más grandes de la década del Grunge.
Miembro del Club de los 27, novio de Madonna y amigo de Andy Warhol, Basquiat pasó de dormir en la calle a ser el autor de uno de los cuadros vendidos más caros en la historia del arte.
Desde un comienzo, los estadounidenses rechazaron volverse parte de la industria musical, manteniendo su auténtico e influente sonido a lo largo de los años.