Jesús es mexicano y casi fue futbolista. Santiago Casillas quería ser rapero de niño, vio una figura de Jesús y decidió que su apodo sería Little Jesus.
El rap no fue el camino, tampoco la idea de jugar al fútbol de manera profesional. Casillas se fue a estudiar Música en la Universidad de Berklee en Boston, pero la idea de armar una banda y dedicarse a tocar hizo más sentido.
Fernando, Charly, Manolo y Arturo terminaron de darle forma a la agrupación, que desde el 2012 levantó atención con su tropipop. En 2013 lanzaron “Norte”, con aquellas canciones que deleitaron en vivo como ‘Azúl’ y ‘Químicos’, e incluso lanzaron una edición especial con tracks en japonés.
Tras el debut el reconocimiento no tardó en llegar. La mezcla del rock de Radiohead o The Strokes se encuentra con la latinidad en una trayectoria que siguió con “Río Salvaje”, “Disco de Oro” y el más reciente “El Show Debe Continuar”, nacido tras el robo de los demos de lo que sería su cuarto álbum.
Ya con más de una década de vida, los músicos nos han dado de probar de indie, surf, psicodelia, electrónica y baladas, versatilidad que escuchamos en sus colaboraciones junto a Ximena Sariñana y Elsa y Elmar, Girl Ultra o Conociendo Rusia, sólo por nombrar a algunos.
Abrieron para los Rolling Stones, versionaron a Laura Pausini en ‘Se Fue’ y hoy ya son de esas bandas que pueden decir que pasaron por el Auditorio Nacional de Ciudad de México.
Merecido: su repertorio capaz de contarnos sobre el universo, los planetas, la magia, hacerse adulto, amar y olvidar no tiene nada que envidiarle a un rapero, ni aunque fuera Jesús.
