Pasó de pegar un póster de Justin Bieber en su pared a invitarlo a su canción más famosa. Billie Eilish es imparable y contar con su ídolo infantil, en el remix de ‘Bad Guy’ es sólo uno de sus logros.
A pocos días de terminar el 2024, Billie Eilish se ha consolidado como una de las artistas más influyentes del año. Con solo 22 años ha construido una trayectoria en tiempo récord, reafirmando su lugar entre las grandes figuras de la música actual.
Su tercer nombre es Pirata, bautizada así por su hermano Finneas quien también la inspiró a hacer música. Hija de músicos y concebida mediante in vitro, Eilish escribió su primera canción a los 11, inspirada en The Walking Dead.
‘Ocean Eyes’ es el punto de partida profesional: fue subida a Soundcloud en 2015 y se hizo viral, firmando con Interscope Records y despegando una carrera que supo de giras incluso antes de grabar un disco.
Para el 2018 la lista de sencillos era enorme. Colaboró con Vince Staples, Drake y Apple, además de ser reconocida por Vanity Fair y Forbes. “When We All Fall Asleep, Where Do We Go?” vio la luz en 2019 y la consolidó como una particular estrella pop para el mainstream.
Excelente desempeño en listas, pasos por los más grandes festivales y una capacidad de composición e interpretación, donde la intimidad y el ASMR son protagonistas, le dieron respeto transversal.
El sello de Jack White, Third Man Records le lanzó un álbum acústico, y mientras conquistaba al indie también se comía la tradición: Grammys, premios Billboard e invitaciones para el OST de James Bond, su primer Óscar.
Hoy es la artista más joven en tener tantas estatuillas de la academia cinematográfica y musical a su haber. “Happier Than Ever”, segunda placa del 2021, demostró aún más madurez en escritura y canto, contándonos más de su vida: la percepción del cuerpo, la hipersexualización, el gusto por las chicas, el veganismo o el Síndrome de Tourette.
Ahora no sólo es la artista más escuchada de Spotify, su canción para Barbie ‘What Was I Made For?’ le robó récords al track de Celine Dion para “Titanic”, tiene su propia skin en Fortnite y el más reciente álbum “Hit Me Hard and Soft” consolida una carrera pop que puede alimentarse de dark, electro, experimental, emo, pop, teen e indie.
Saturado, lúgubre y agónico, también sesentero, onírico y entrañable. El repertorio de Billie, es acompañado por su preocupación por el planeta, haciendo giras reducidas en plástico y editando vinilos eco friendly. Por algo es referente generacional: además de la moda, el pop y el marketing, Billie toma su vitrina para darle voz a las discusiones que acojan a quienes la cantan.
